La neutralidad de carbono en la agroindustria está ganando protagonismo como un componente crucial para la sostenibilidad y la competitividad del sector, y se ha convertido en un tema central en las discusiones globales sobre sostenibilidad y gobernanza ambiental, social y corporativo (ESG).
En un mundo cada vez más preocupado por el cambio climático, alcanzar un equilibrio entre las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y su compensación se ha convertido en un objetivo estratégico para los productores agrícolas y las empresas del sector.
América Latina, como una de las regiones con más producción agrícola del mundo, desempeña un papel clave en la búsqueda de prácticas más sostenibles.
En el sector agrícola, alcanzar el objetivo de carbono cero representa no solo una necesidad ambiental, sino también una oportunidad estratégica para el desarrollo sostenible y competitivo.
Este artículo explora las oportunidades, desafíos y ejemplos concretos de cómo la agroindustria puede liderar la transición hacia un modelo de carbono cero.
Índice
- ¿Qué es la neutralidad de carbono en la agroindustria?
- Datos y escenario actual
- Caminos hacia la neutralidad
- Oportunidades en el camino hacia las cero emisiones de carbono
- Desafíos para lograr la neutralidad de carbono en la agroindustria
- Casos de éxito
- La importancia de los criterios ESG en la agroindustria
- Conclusión
¿Qué es la neutralidad de carbono en la agroindustria?
La neutralidad de carbono, o carbono cero, se refiere al equilibrio entre las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) y su eliminación de la atmósfera.
En la agroindustria, esto implica reducir las emisiones de actividades como el cultivo, el manejo del suelo, la ganadería y el transporte, al tiempo que se invierte en soluciones como la reforestación, la bioenergía y las prácticas regenerativas.
Datos y escenario actual
Según la FAO, la agricultura mundial es responsable de alrededor del 31% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI).
En Brasil, por ejemplo, el sector agrícola contribuye con aproximadamente el 25% de las emisiones nacionales.
En el mundo, los principales factores son:
- Deforestación: Representando alrededor del 44% de las emisiones totales del sector, según datos del SEEG
- Fermentación entérica: Genera aproximadamente el 25% de las emisiones globales del sector agrícola.
- Uso de fertilizantes sintéticos: Emite óxido nitroso (N₂O), un gas con un potencial de calentamiento global 300 veces mayor que el CO₂.
- Quema de residuos agrícolas: Contribuye significativamente a las emisiones de dióxido de carbono y metano.
Caminos hacia la neutralidad
Para lograr la neutralidad, la agroindustria debe adoptar prácticas que reduzcan las emisiones y aumenten la captura de carbono.
Estas prácticas incluyen el manejo del suelo, la reforestación, la agricultura integrada y la silvicultura (ICLFS) y tecnologías de bajas emisiones.
Oportunidades en el camino hacia las cero emisiones de carbono
1. Valorización en el mercado internacional
Las empresas agrícolas que adoptan prácticas bajas en carbono se destacan en el mercado global, satisfaciendo las demandas de consumidores e inversores.
Un estudio de McKinsey reveló que el 56% de los consumidores globales están dispuestos a pagar más por productos sostenibles.
2. Integración Agricultura-Ganadería-Forestal (ICLFS)
Las ICLFS son uno de los principales modelos para promover la captura de carbono, combinando cultivos agrícolas, ganaderos y bosques en una misma área. Este sistema mejora la fertilidad del suelo, reduce el uso de insumos químicos y aumenta la absorción de carbono.
- Datos relevantes: Puede secuestrar hasta 1,5 toneladas de carbono por hectárea/año, según EMBRAPA.
- Casos reales: Los productores que adoptaron el sistema ICLFS reportaron un aumento del 20% en la productividad y certificaciones de carbono para la exportación.
3. Crédito de carbono en la agroindustria
Los créditos de carbono son certificados emitidos por actividades que capturan o evitan las emisiones de CO₂.
En la agroindustria, prácticas como la reforestación y el manejo sostenible pueden generar estos créditos, que se venden en mercados regulados y voluntarios.
- Datos de mercado: El mercado mundial de carbono se valoró en US$ 851 mil millones en 2022, con un crecimiento anual esperado del 12% hasta 2030. En Brasil, se espera que el mercado de créditos de carbono se mueva alrededor de US$ 5 mil millones para 2030, según B3.
- Ejemplo práctico: Algunas granjas que han implementado la reforestación en áreas degradadas han generado suficientes créditos de carbono para compensar el 50% de las emisiones de la operación en cinco años.
4. Agricultura regenerativa
Prácticas como la labranza cero o cultivo directo, la rotación de cultivos y el uso de cultivos de cobertura ayudan a restaurar la salud del suelo y aumentan la captura de carbono.
- Impactos positivos: Según FAO, los suelos manejados con técnicas regenerativas pueden capturar hasta el 10% de las emisiones mundiales de carbono generadas por la agricultura.
5. Tecnologías e innovaciones
- Agricultura de precisión: Reduce el desperdicio de insumos, reduciendo las emisiones.
- Biotecnología: Los nuevos cultivares reducen la dependencia de los fertilizantes nitrogenados.
- Manejo sostenible del suelo: Adopción de sistemas como la siembra directa, que reduce las emisiones hasta en un 80% en comparación con los métodos convencionales.
6. Reforestación y soluciones basadas en la naturaleza
La plantación de árboles nativos y los sistemas agroforestales tienen el potencial de capturar grandes cantidades de carbono. La restauración forestal podría eliminar hasta 1.400 millones de toneladas de CO₂ para 2050.
Desafíos para lograr la neutralidad de carbono en la agroindustria
1. Altos costos
Muchas prácticas con bajas emisiones de carbono requieren importantes inversiones iniciales en tecnologías y desarrollo de capacidades. Los pequeños y medianos productores pueden enfrentarse a obstáculos financieros.
- Datos: El costo promedio de implementación de los sistemas ICLFS puede costar entre US$500 y US$1.400 por hectárea, dependiendo de la región.
2. Conectividad y acceso a la tecnología
La falta de conectividad en las zonas rurales limita el uso de tecnologías de monitoreo, que son esenciales para medir las emisiones y las capturas.
3. Políticas públicas e incentivos
Aunque iniciativas como el Plan ABC+ (Agricultura de Bajo Carbono) promueven prácticas sostenibles, se requiere mayor apoyo gubernamental e incentivos fiscales para expandir la adopción.
La falta de una regulación clara para el mercado de carbono es un obstáculo. A pesar de los avances, existen vacíos que dificultan la estandarización y transparencia en la generación y comercialización de créditos de carbono.
4. Educación y capacitación
La transición hacia una agroindustria sostenible requiere capacitación técnica de productores y gestores. Todavía existe una brecha significativa en el acceso a la información y la capacitación sobre prácticas regenerativas y certificación de carbono.
5. Seguimiento y verificación
Medir y verificar las emisiones y el secuestro de carbono es complejo y costoso. Las soluciones basadas en satélites, la inteligencia artificial y el blockchain están en desarrollo, pero aún carecen de una mayor accesibilidad y confianza.
Casos de éxito
1. Café neutro en carbono
Una cooperativa ha implementado prácticas de agricultura regenerativa y reforestación en sus fincas. Como resultado, obtuvo la certificación de café carbono neutral, incrementando el valor agregado por bolsa exportado en un 15%.
2. Ganadería sostenible
Las granjas que adoptaron ICLFS en la producción de carne redujeron las emisiones de metano en un 18%, generando créditos de carbono que se vendieron a empresas europeas.
3. Producción de carne neutra en carbono (CCN)
EMBRAPA ha desarrollado la tecnología Carbon Neutral Meat, que utiliza sistemas integrados de cultivo-ganadería-forestal para neutralizar las emisiones de la ganadería. Estos sistemas ya son adoptados por empresas brasileñas y ayudan a atender mercados internacionales exigentes, como Europa.
4. Agricultura regenerativa
En el Cerrado, uno de los biomas más grandes de América Latina, iniciativas como el Proyecto ABC (Agricultura Baja en Carbono) han transformado las prácticas agrícolas. En 2022, más de 52 millones de hectáreas estaban bajo prácticas sostenibles, reduciendo emisiones y aumentando la resiliencia climática.
La importancia de los criterios ESG en la agroindustria
Los inversores valoran cada vez más el cumplimiento de las prácticas ESG. Según el Foro Económico Mundial, las inversiones en sostenibilidad en Brasil totalizaron US$35 mil millones en 2022, siendo la agroindustria uno de los sectores prioritarios. Las empresas que demuestran un compromiso con la neutralidad de carbono obtienen una ventaja competitiva y acceso a financiación verde.
Beneficios para las empresas
- Reducción de riesgos regulatorios y reputacionales.
- Acceso a mercados premium y financiamiento a bajo interés.
- Mejora de la imagen de marca y mayor fidelización de los clientes.
Conclusión
La neutralidad de carbono en la agroindustria representa no solo una respuesta al cambio climático, sino también una oportunidad para agregar valor a los productos agrícolas.
A través de prácticas como ICLFS, créditos de carbono y agricultura regenerativa, el sector puede reducir sus emisiones y liderar la transición global hacia una economía baja en carbono.
Sin embargo, es necesario abordar desafíos como los costos iniciales, el acceso a la tecnología y el mayor apoyo gubernamental para que esta transformación se amplíe.
América Latina con su vasta extensión territorial y biodiversidad, tiene el potencial de convertirse en un modelo global de sostenibilidad agrícola.